La encefalopatía hepática (EH) es un fenómeno poco entendido y sirve como un indicador de pobre pronóstico en pacientes con cirrosis. La EH es definida como la aparición de confusión, alteración del nivel de conciencia y estado de coma como consecuencia de insuficiencia hepática. Es causada por la acumulación en la sangre de sustancias toxicas (amonio principalmente) que normalmente son eliminadas por el hígado. La confusión por EH puede afectar la habilidad de comer adecuadamente. A pesar de la prevalencia de malnutrición en pacientes cirróticos en los 50s fue reportado que una dieta baja en proteína podría atenuar este problema. Así fue aceptado como un estándar en el tratamiento de pacientes con cirrosis por las siguientes décadas. Sin embargo En 2004 cordoba y colegas en su trabajo «Normal protein diet for episodic hepatic encephalopathy: results of a randomized study» (J Hepatol. 2004;41:38-43) se encargaría de desmentir este viejo concepto al concluir que una dieta con cantidades normales de proteína fue segura y no exacerbo la EH. Encontró además que dietas restrictivas en proteína en esta población de pacientes trajo más desventajas.  Y sugirió que el uso de este tipo de dieta debería ser abandonada en la práctica clínica.

ASPEN y ESPEN en su guías recogen esta evidencia y recomiendan que en pacientes críticos con falla hepática se deberia evitar la restricción proteica en un intento por prevenir EH y más bien recomiendan que los requerimientos proteicos deberían ser los mismo que recibiría cualquier paciente en condición crítica.