Nutrición Clínica

Nutrición Clínica en el Trastorno por Abuso de Sustancias Por: Luis Miguel Becerra

A nivel global, entes como la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización Panamericana de la Salud (OPS) entre muchas otras han alertado a los gobiernos sobre las implicaciones nocivas del consumo de sustancias psicoactivas en la salud pública, redactando protocolos y convenios para el tratamiento de las mismas, convenios a los cuales Colombia se ha suscrito pero no que no han resultado en políticas coherentes de prevención, diagnostico y recuperación (1).

La Farmacodependencia (FDP) según el comité de expertos de la OMS en su último informe técnico se define como “un estado psíquico y a veces físico causado por la interacción entre un organismo vivo Y un fármaco. Esta se caracteriza por modificaciones del comportamiento y por otras reacciones que comprenden siempre un impulso irreprimible a consumir un fármaco que altere en alguna manera el normal funcionamiento del sistema nervioso central en forma continua o periódica con el fin de experimentar sus efectos psíquicos y a veces también evitar los efectos de su supresión.

Desde hace ya un tiempo la farmacodependencia se ha convertido en un problema de salud pública en Colombia, no solo por las consecuencias fisiológicas de la sustancia per se, sino por las implicaciones tanto en lo que concierne al control sanitario como a la prevención, el tratamiento y la rehabilitación (2). Aun en el siglo XXI no se han dilucidado con claridad las causas determinantes que llevan al consumo compulsivo de sustancias toxicomanigenas; se puede hablar de factores de riesgo como la falta de educación al respecto, los pares negativos, la descomposición familiar, sugestión mediática, ausencia de políticas adecuadas sobre promoción y prevención pero lo que la sociedad no ha comprendido con claridad es que la farmacodependencia es resultado de una conducta compulsiva que se va intensificando con el tiempo y que gradualmente se va generando un estado de tolerancia.

La FDP afecta a las personas de dos maneras diferentes, la primera es el efecto de la sustancia en sí y la segunda son los cambios negativos en el estilo de vida que el consumo de la misma produce refiriéndose particularmente a los hábitos alimentarios en este caso. Siendo estas dos variables los pilares de tratamiento del Nutricionista-Dietista en donde se debe relacionar la fisiopatología propia de la adicción y la consecuencia sociofamiliar y cultural que esta desencadena. Estas patologías son denominadas comorbilidades no psiquiátricas (3).

La relación que existe entre el consumo de sustancias psicoactivas y el estado nutricional así como los cambios neuroendocrinos y fisiológicos que origina dicho consumo son temas muy poco explorados en Colombia siendo esto algo contradictorio con la lógica de la atención de un persona farmacodependiente dado que el estado nutricional es uno de los principales punto de deterioro durante el consumo y de vigilancia de eficacia a la hora de hablar de un proceso de desintoxicación o reeducación integral. Se ha estimado según el Instituto para las Adicciones de España (IEA) que el tratamiento nutricional disminuye en 60 % la recaída de una persona farmacodependiente (4).

La sustancia psicoactiva más usada en el mundo es la marihuana o cannabis (5). Deriva su nombre de la planta de donde se extrae, sus dos variedades más comunes son la sativa y la indica cuya molécula activa se llama tetrahidro-6,6,9-timetil-3 pentil-6H-dibenzeno-[db]-piran-1-ol o Tetrahidrocanabinol (THC), molécula que atraviesa de manera fácil la barrera hematoencefalica. Se ha descrito que en el organismo existen receptores específicos para dicha molécula llamados receptores cannabinoides CB1 (SNC, corazón, hígado) y CB2 (amígdalas, bazo y leucocitos), el primero con acción eminentemente neuromoduladora y el segundo en relación a la regulación de la actividad inmunológica (6). Sus propiedades terapéuticas han sido ampliamente debatidas encontrando efectos anticonvulsivos, analgésicos, antiasmáticos y de disminución de la presión ocular.

Una vez identificado el paciente con adicción al THC, el profesional en nutrición debe considerar dos variables importantes antes de formular la dietoterapia de desintoxicación. El consumo de THC conlleva a importantes alteraciones en el organismo, las cuales se dividen en dos grandes tipos: las alteraciones funcionales y las alteraciones neuroendocrinas. Las primeras se caracterizan por la modificación de un proceso o fase normal de la alimentación (atrofia gástrica, xerostomía, periodos intermitentes de hiporexia e hiperfagia, alteraciones del patrón de sueño, ageusia, aumento de la lipogénesis de novo a nivel hepático) que irremediablemente llevaran a la paciente a un estado de desnutrición.

A lo cual el Nutricionista debe tomar consideraciones importantes como el aumento de productos sinergistas de los sabores como el ajo, romero, paprika y orégano mejorando así la palatabilidad y la fase cefálica de la alimentación, aumento de tiempos de comida a 6 o 7 con restricción de grasas para evitar los tiempos prolongados de vaciamiento gástrico dando respuesta a la atrofia gástrica (disminución de la capacidad del estomago) reduciendo la probabilidad de nauseas y hemesis, aumentando el contenido de Zinc para activar el centro de saciedad y apetito situado en el hipotálamo o suplementar con vitamina E exógena (450 UI cada 24 horas por 3 mese según pruebas de función hepática), del mismo modo regular el nivel de serotonina con comidas altas en triptófano (leguminosas, huevo, frutos secos, cárnicos y lácteos).

Las alteraciones neurológicas y endocrinas que afecta la producción y funcionamiento de enzimas, hormonas y neurotransmisores como la dopamina y la serotonina (resistencia tisular a la insulina disminución de la testosterona disminución de la respuesta inflamatoria ante la infección (disminución de la liberación de citoquinas por el CB2)) conllevando a la necesidad nutricional tales como la implementación de dietas con restricción de Carbohidratos sencillos para disminuir el RQ de la respiración así como la probabilidad de diabetes mellitus o esteatosis hepática no alcohólica y recaída debido a que la probabilidad de recaída aumenta cuando se presenta hiper e hipoglucemias (7).

Es indispensable que el proceso de recuperación de una adicción toxica cuente con un profesional en nutrición y dietética debido a que el consumo y abuso de dichas sustancias genera cambios no solo físicos sino conductuales (hábitos alimentarios) que debe ser evaluados por un profesional idóneo el cual debe evaluar el tipo, cantidad, tiempo y mecánica de abuso de la sustancia y así poder dar respuesta a dichos cambios disminuyendo la probabilidad de recaída y generando un proceso de recuperación integral basado en los proceso de alimentación y nutrición.

BIBLIOGRAFIA

    1. O’Connor PG. Alcohol abuse and dependence. In: Goldman L, Ausiello D. Cecil Medicine. 23rd ed. Philadelphia, Pa: Saunders Elsevier; 2007:chap 31
    2. Protección Social, ICBF. Guías de atención a la Farmacodependencia. Departamento de Salud Pública. Santafé de Bogotá, 2004: Cap. 1
    3. Cárdenas ML. Intoxicación por opioides. Departamento de Farmacología. Universidad Nacional de Colombia.Bogota.2008
    4. Min. Sanidad, Política Social e Igualdad. Informe de Gestión 2009. España, 2009 Disponible en : http://www.aesed.com/image/Monog_RevEspDrog.pdf, fecha de consulta: 26 Mayo de 2012
    5. ONU. Oficina Mundial Contra la Droga y el Delito. Informe Mundial sobre las Drogas. Zurich.2010: Cap 2.
    6. Cisneros Rivera C. Neurobiología de las Adicciones. Psiquiatriabiologica; 2002 Disponible en:http://www.psiquiatriabiologica.org.co/avances-2.html. Información obtenida de esta visita el 8 de Junio de 2012
    7. Samet JH. Drug abuse and dependence. In: Goldman L, Ausiello D, eds. Cecil Medicine. 23rd ed. Philadelphia, Pa: Saunders Elsevier;2007:chap 32.

Luis Miguel Becerra Luis Miguel Becerra
Nutricionista-Dietista, Univ. Nacional de Colombia
Esp. Inmunología digestiva (c), Unv. Catolica de Valencia, España.
Mgs. Estudios Biológico-Naturistas (c), Univ. Miguel de Cervantes, España.
Actualmente labora como nutricionista-dietista del Hospital Infantil Club Noel

Si tienes comentarios sobre este artículo contáctate con el Licenciado Luis Miguel Becerra email: luismiguelbecerrag@gmail.com

2 pensamientos en “Nutrición Clínica en el Trastorno por Abuso de Sustancias Por: Luis Miguel Becerra

    • Muchas gracias Profe, usted siempre ha sido un apoyo y un amigo, le agradezco las enseñanzas y las correcciones, seguiremos adelante para ser cada día mejores

Responder a Luis Miguel BecerraCancelar respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.