La deuda calórica ocurre cuando el paciente no recibe la cantidad de calorías prescritas – lo mismo también sucederá con la cantidad de proteína – esta deuda se irá generando día tras día mientras el paciente no reciba lo indicado produciendo así desnutrición o exacerbación de la misma. El problema de esto radica en que un incremento en la deuda calórica empeora los resultados clínicos lo que se verá reflejado en una mayor incidencia de complicaciones, incremento del tiempo en el ventilador así como de la mortalidad. Lo opuesto vale decir el exceso calórico también generará complicaciones. Los pacientes que están mejor alimentados tendrán los mejores resultados clínicos. Los trabajos de Alberda et al (Intensive care Med. 2009 Oct; 35 (10):1728-37) y D.K. Heyland et al. (Clinical Nutrition 30 (2011) 148-155) respectivamente encontraron que por cada 1000 calorías recibidas al día hubo una significativa reducción en la tasa de mortalidad, días en ventilación mecánica así como complicaciones infecciosas versus aquellos pacientes que recibieron menos de esa cantidad.
A fin de minimizar la deuda calórica la principal estrategia será iniciar nutrición enteral tan pronto como sea posible no más tarde de las primeras 48 horas de la admisión.

John W. Drover, et al JPEN 2010 34: 644
En The international nutrition survey de 2009 llevada a cabo por la nutricionista canadiense Naomi cahill y el doctor Heyland DK la cual fue una encuesta multicéntrica y que abarcó 157 UCIs de todo el mundo encontró que en promedio el inicio de la nutrición enteral se dio 41 horas después de la admisión, con un rango que iba desde las 9 hasta las 144 horas. En la misma encuesta, la adecuación de la nutrición enteral, vale decir el porcentaje de los requerimientos nutricionales cubiertos fue del 48% con un rango de entre 88% a 7% de lo prescrito, esto significo que muchos pacientes estuvieron siendo subalimentados acumulando así una deuda calórica día por día. Al respecto las Guías ASPEN 2009 Dicen “Esfuerzos para proveer >50-65% del total de calorías deberían ser hechos a fin de obtener los beneficios clínicos de la nutrición enteral durante la primera semana de hospitalización”. Entendiéndose por beneficios clínicos una menor estadía hospitalaria, menor incidencia de complicaciones infecciosas, disminución de la permeabilidad intestinal entre otros.
En un trabajo similar al de Cahill y Heyland, Drover J et al (J Parenter Enteral Nutr 2010 34:644) encontró que además existen diferencias significativas entre el tipo de paciente y el inicio de la nutrición enteral, encontraron por ejemplo que la nutrición enteral se retrasó mas en pacientes quirúrgicos vs no quirúrgicos.
Un registro diario del aporte calórico recibido por cada paciente debería ser documentado y reportado diariamente durante la ronda medica esto ayudará a que se tome conciencia del impacto de un inadecuado aporte nutricional sobre el paciente y que el completar los requerimientos nutricionales de los pacientes se convierta en una prioridad.
Lo felicito por el blog muy buena información con buenas bases.
Lic. Ana Alvarado
Venezuela
Excelente practico claro y seguro
Ximena muchas gracias por tus comentarios, que bueno que las publicaciones sean de tu agrado, Saludos Eduardo
Muy bueno su trabajo. Trabajo en una Unidad de Nutrición y registramos en forma diaria,lo indicado, lo administrado y al final de cada semana registramos, y verdaderamente nunca llegamos al 100 % de calorías indicadas. Hay muchos factores que condicionan esta situación, estamos trabajando en ellos para identificar las causas.
Lic Enf Mabel Pellejero
Montevideo. Uruguay
Si Mabel identificar las causas permitira dar una mejor solución, cuanto mas conscientes seamos de este problema mas beneficiados estaran nuestros pacientes, continua motivando al resto de tus colegas y profesionales que te acompañan, Un fuerte abrazo, Eduardo